Paseaba por Londres, recorría Inglaterra entusiasmado con los edificios y ese acento que tanto me gusta. Esperen! Estoy abriendo los ojos... Ciérrense! ¿No quieren? Hey hey hey, ¿qué pasa con mi corazón? Relajate, relajate, sigue en tu sueño. Clic! Despierto... son las 5 de la mañana y estoy despierto, con el corazón acelerado, me siento en la cama, admiro el amanecer, despierta mi papa para ir a trabajar, mi hermano para ir al colegio (ese día falte a clases, me quedé en Los Andes hasta que se me pasara) y yo sigo despierto.
Otra vez al médico, esta vez a otro. Pregunto por el corazón y el responde q
ue en la noche produce taquicardia, dejando clara la incompetencia de aquel que me recetó ese remedio en esa dosis. Este médico que se nota que era seco me revisó hasta por los codos, yo dije -"todo por estar mejor"- (no hubo nada extremadamente molesto para los que se están pasando rollos). -"Váyase a hacer un electrocardiograma, una espirometría, una radiografía..."- miles de cosas, toda la mañana soplando tubitos, embetunado en un gel raro, no es entretenido.
Los resultados... vuelta al médico, ESTÁ TODO NORMAL. -¿Incluyendo unas pelotitas que me están saliendo en la cabeza?-, respuesta -"Mmmm quizás sea una peste cristal". después de estar como 2 horas hablando sobre el tema lanza aquella frase que me sentenciaría, pero él no me creyó, -"váyase a su casa, viaje a Viña, vaya a estudiar"-. Me iría al día siguiente.
Mañana siguiente, despierto, y un montón de cosas, de furúnculos, pelotas, no sé como cresta llamarlas. Mi cabeza invadida, el pecho y la espalda también. Mi calvario empezaría realmente. Llamar al doctor, -"mire usted, era varicela" (varicela es lo mismo que la peste cristal, para los que no tenían idea) "venga a mi consulta a tal hora"-. Llegamos, me hace pasar, y exclama -"oh era verdad!"... lo iba a estar leseando yo ja. Entrega la licencia, y dice la palabra favorita de los médicos: "REPOSO". Mi ser gritaba internamente un no alargado (no, no lo escribiré).
Y así mi calvario continuó. "No te rasques", "no te muevas", "duchas cortas, si es que te duchas", "no al sol", "ropa suelta"... todos esos consejos de los cuales te quedai con suerte con un par. Tus amigos empiezan a contar sus experiencias infantiles con la enfermedad, mientras el resto (los que no les ha dado) no quieren ni acercarse a ti, a tal punto de no quererte dar la mano (no tenía pelotitas en la mano). Mientras pasa todo, estás aterrado porque te pueden quedar marcas horrible para toda la vida! Te vuelves un animal encerrado.
Pero no todo fue agraz esas semanas. Estuve en Los Andes junto a mi familia, bien regaloneado por mi madre xD (que barsa), cerca de mi niña linda... descansé, algo que no hacía hace mucho. Pero todo acabó, soy el hombre costra actualmente, volví a Viña y me encontré con todas las notas que debo, con toda la materia que no tengo ni entiendo. Estas semanas serán horribles, pero bueno... ASÍ ES LA VIDA!